lunes, abril 18, 2005

Ricardo Duranti

por Ricardo Zanfardini


El Doctor Ricardo Duranti es Medico (UNP-1985), Medico Psiquiatra (UBA-1991) Magister en Psiconeuroinmunoendocrinologia (Fundación Favaloro-1996). En la actualidad cursa el Master en Gestión de Servicios en Salud Mental en la Fundación ISALUD y se desempeña como psiquiatra en el Hospital Francisco Muñiz en la Ciudad de Buenos Aires siendo Miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos.
Cuál es tu posición sobre la profesión que ejerces? En que casos llega una persona a vos?.-

Toda posición tiene que ver con un camino.
Me formé como psiquiatra en el Hospital Borda desde dos vertientes que confluían en ese momento. Por un lado la psiquiatría más tradicional de raíz alemana de la que saqué la observación clínica que, en parte se ha perdido, y cierta habilidad diagnóstica hoy globalizada en el DSMIV y, por otro lado, haciendo la Carrera de Especialista de la UBA me contacté con diversas teorías psicoterapéuticas y con la posibilidad del cruce de campos: sociología, filosofía y antropología. Privadamente estudié psicoanálisis freudiano y kleiniano. Con el tiempo me dediqué al tema de las adicciones a través del cual llego al sida que me llevó, a su vez, a volver a mis raíces médicas un poco olvidadas. Hasta acá digamos que fue una formación tradicional, pero un día me invitaron de una ONG a dar un taller llamado “De sexo y sexualidad” y a partir de las preguntas y narrativas de los participantes me vi obligado a revisar muchos de los postulados teóricos a los que adscribía, lo cual fue como empezar a formarme de nuevo ya que no solo tuve que repensar mi praxis sino que me vi obligado a repensar-me. Hoy diría que sigo la escuela americana dentro de las posiciones eclécticas: el individuo que consulta es primero y adapto mi práctica a él y no –algo muy frecuente- tratar de que el paciente encaje en una teoría convertida en dogma, y esto sin olvidar que esa persona vive en un mundo real que no conoce de teorías. También sigo con interés los avances de las neurociencias que, sorpresivamente, corroboran algunos de los postulados de Freud en relación al funcionamiento psíquico y, en este sentido, hice un master en psicoinmunoneuroendocrinología que es un campo nuevo que relaciona todas las áreas de funcionamiento de un sujeto en forma integral. Todo esto sostenido por mi creciente interés en la bioética y, desde ella, el gran tema de los derechos de los/las pacientes.
Las personas no llegan a mí sino que, en todo caso y a partir de un sufrimiento en particular, deciden consultar(me). Me los derivan colegas, desde una organización para la que colaboro. No sé, el encuentro de una persona con su analista siempre es azaroso.

Te afectan en lo personal las patologías que atendes ?

No me afectan las patologías en sí, sino la impotencia ante la falta de respuesta social de algunos trastornos (ya no se habla en salud mental de patología o enfermedad sino de trastorno), por ejemplo las adicciones o la ignorancia ante la aparición de nuevas identidades como las de las travestis, condenadas al ostracismo social y, en este sentido, también el atraso jurídico en relación a la transexualidad.
Hay casos particulares que me tocan y supongo que eso tiene que ver con cuestiones no resueltas en mí mismo que uno aprende a manejar. Otras personas me conmueven por sus posibilidades truncas a causa de su trastorno.
Pero, te diría, que en general me conmuevo poco en el consultorio porque creo que la persona ante mí viene por mi eficiencia como persona y terapeuta, no para conmoverme.





Supongo que en estos tiempos de continua crisis que vivimos una de las consultas mas frecuentes debe ser sobre depresión, angustia, etc. Esto se debe a un problema cultural? Los argentinos somos derrotistas por naturaleza?

Hablar de LOS argentinos es pensar como si existiera una esencia del ser argentino lo cual... es una pavada tan grande como hablar de LAS mujeres o de LOS/LAS homosexuales o pensar que todos los hombres son iguales. Hay tantas formas de ser argentinos como argentinos hay y eso sin mencionar la multiplicidad de razas, etnias, etc. ¿Un mapuche es igual a un adolescente rubio que vive en San Isidro quien a su vez tiene poco que ver con un habitante de la villa 31? En todo caso uno puede pensar que existe una cultura de la derrota construida históricamente... sería largo de pensar y triste.
En este momento y a partir de diciembre del 2001 el stress es el modus vivendi al menos en las grandes ciudades y, siguiendo los criterios de la psiconeuroendocrinología, una persona que vive un estado de stress crónico termina haciendo una depresión, claro que no es una depresión como las que todos imaginamos: alguien tirado/a en una cama, sin ganas de comer, etc., hoy una persona deprimida debe seguir y seguir cargando su depresión ya que no puede dejar de ir a trabajar o cumplir sus tareas dentro de la red social por temor a ser excluido lo cual agrava el stress que lleva a más depresión, etc. Otro cuadro muy frecuente son los ataques de pánico que son una variedad grave de los cuadros de ansiedad. Las personas sin empleo... cuando todavía vivimos en una sociedad donde una persona se constituye alrededor de lo que hace sin pensar en la perversión de un sistema que exige trabajar para ser pero al mismo tiempo escamotea esa posibilidad.

Hay algo que explique la "fantasía" o animosidad del suicida?

Las fantasías suicidas son muy comunes en ciertas edades como la adolescencia o la vejez, también cuando priman la hiperexigencia social o la exclusión. En un caso por falta de adaptación y en el otro extremo nuestra sociedad es muy cruel con los viejos (y las viejas claro, no sea que esto lo lea una feminista de la primera hora): son abandonados bajo una pátina de cuidado que la mayoría de las veces no es tal.
Hay gente que tiene cuadros de depresión que pueden llevar a las ideas suicidas, pero la situación no es tan lineal ya que la depresión tiene bases sociales y culturales también.
A su vez para que una idea suicida se concrete tiene que haber una situación de extrema indefensión del sujeto, un llegar al fondo, y falta de sostén afectivo o social. Son situaciones extremas aunque no infrecuentes.
En la Argentina no hay estadísticas sobre el suicidio porque en general los médicos no suelen denunciarlos o se ocultan las verdaderas causas de muerte lo que hace difícil evaluar el fenómeno.

En qué casos trabajas con otros profesionales?

Trabajo siempre con otros profesionales a los que conozco y respeto. Generalmente psicólogos, pero no los que se quedan escuchando pasivamente en el consultorio y pegados al diván sino los que se juegan por sus pacientes. También tengo intercambios con antropólogos / as en proyectos de investigación en los que participo, sociólogos / as, trabajadores / as sociales, etc.
Hago interconsultas en el hospital Muñiz donde trabajo dentro de la línea llamada Psiquiatría de enlace que suena mejor y pone a ambas partes en situación de paridad. La interconsulta suena a “yo lo sé y vos no”. En el caso del hospital la “interconsulta” es solicitada por otros médicos para evaluar aquellos casos donde la enfermedad médica genera síntomas psiquiátricos o donde se suman cuadros depresivos o relacionados con las drogas como abstinencias o estados de craving cocaínico.



Vos haces terapia?

Actualmente no, pero hice durante doce años al mejor estilo Woody Allen: diván la mayor parte del tiempo... Claro que hay un momento en la vida en que uno debe asumirse como adulto e intentar manejar su vida, de eso se trata después de todo ¿no? El grueso de la gente, por otra parte, no hace terapia nunca y no por ello son más infelices o más sintomáticos. En este país tenemos cierta tendencia por cuestiones del mercado de la salud mental a pensar que toda solución pasa por ahí y los profesionales tendemos a problematizarlo todo bordeando la patologización... esto no sucede en otros lugares.

Trabaja desde hace años focalizando su profesión en adicciones y sexualidades siendo integrante de varias fundaciones, capacitador y disertante en Simposios nacionales e internacionales. Organizo y diserto en las Jornadas "Mujer: Multiplicadora de Conductas" y "Ciclo Mujer y Salud. Prevenir la adicción" (Ministerio de Salud y Acción Social de Tierra del Fuego). Docente del Curso "Neo Conceptos y otras identidades sexuales" en el XV Congreso Argentino de Psiquiatria. Presento su trabajo "Políticas sexuales e Identidad" en el XVI Congreso Argentino de Psiquiatría y I Congreso Internacional de Salud Mental (Mar del Plata 30 de marzo al 2 de abril). Asimismo presento en conjunto con el Lic. Ruben Marone un trabajo sobre Prácticas sexuales y conciencia de riesgo en travestis y varones gays y bisexuales de la Ciudad de Buenos Aires en las IV Jornadas Nacionales de Debate Interdisciplinario en Salud y Población del Instituto de Investigaciones Gino Germani (UBA)

Una de tus especialidades es la sexualidad, el sexo es parte de la vida?. Como definirías al sexo mas allá de una necesidad física? Hay algo mas allá de esto?

¿El sexo es parte de la vida? una afirmación discutible... tal vez la vida sea parte del sexo.
Si consideramos la palabra sexo en su sentido etimológico no hace más que referirse a la diferencia biológica que caracteriza al macho y a la hembra de cualquier especie... pero si pensamos en la multiplicidad de sentidos que tiene hoy día creo que la cuestión cambia.
El sexo no es más que la problematización de la sexualidad. Hasta mediados del siglo XVIII a nadie se le ocurría pensar en algo como la sexualidad porque el sexo formaba parte de la vida, no era un producto a estudiar. A mitad del siglo XIX la medicina se apodera de las prácticas sexuales y entro otras cosas inventa a los homosexuales, pero como para que el concepto funcione debe tener una contraparte aparecen los heterosexuales, antes no había nada de esto, la gente vivía el sexo simplemente. Tampoco existía la idea de perversión como se la entendía hasta hace poco como una conducta desviada y moralmente reprobable.
Toda la idea que tenemos del sexo hoy día es un invento reciente que, además, debemos cruzarla con las conceptualizaciones de género y el tema de las identidades. Siempre hay algo que se nos escapa, por suerte. La misma idea de la sexualidad implica un más allá diferenciador de la especie humana. Cuando los seres humanos pierden la inmutabilidad instintual de tener relaciones sexuales para procrear es cuando podemos hablar de un más allá de la mera genitalidad, no se si del sexo...

De que hablamos cuando hablamos de sexualidad?

Hablamos de humanidad, todo esta teñido de ella. Freud acuñó un bello término que es la sublimación: cuando desviamos la energía sexual para algo diferente. Un artista sublima su sexualidad en su creación, no en vano Georges Bataille considera que el grado más alto del erotismo es la santidad religiosa, la profunda entrega a una idea en un más allá del sexo, pero absolutamente cargado de sexualidad.
Es interesante que todos, profesionales o no, hablamos de sexualidad pero que no exista una definición unívoca. En tren de divagar podemos pensar que estaría definida por la elección de objeto erótico (homo, hétero o bisexual), por las fantasías que una persona tiene en relación a lo erótico y que dependen del tiempo histórico y de la cultura en la que viva: nosotros no fantaseamos como un bosquimano o aún como un sueco y, finalmente, por el tipo de vínculos que establecemos donde se pone en juego toda nuestra estructura social de sujetos y en algunos casos de objetos...

El goce esta relacionado a una elección sexual?

El goce, que yo entiendo acá como placer, es el resultado de nuestras elecciones: se supone que deberíamos elegir aquello que nos da placer. Aún cuando para los demás la elección que hagamos no sea placentera o no se ajuste a la norma. El tema es si uno es libre o no para elegir ¿hay elecciones donde no se ponga en juego la sexualidad?

A qué se denomina conducta sexual?

Es la pauta sexual que marca a una persona y que hay que diferenciar de las prácticas sexuales que son los juegos que alguien puede hacer o no según las circunstancias. Hoy, por ejemplo, se escucha cada vez a más parejas que practican algún tipo de juego sadomasoquista sin ser sadomasoquistas en términos estructurales o conductuales. Algo así como aquello de “pégame y llámame Martha”. Cuando estas prácticas se convierten en una pauta, una constante, podemos hablar de conductas, cuestión que tiene más que ver con la estructura de las personas. Que a alguien le guste que lo/la aten a la cama como juego no implica que esa persona sea “perversa” (otro término que se deja de usar) sino que le gusta jugar al bondage.





Una fantasía sexual que no se concreta puede llevar a un trastorno u obsesión?. Necesariamente hay que cumplir una fantasía? Esto afecta a una persona?

Vivimos la mayor parte de nuestras vidas no concretando fantasías ¿te acordás del tango ese que dice “la vida no me dio las cosas que en la cuna mi madre me cantó”? seguramente lo escribió un psicoanalista. Claro que también habría que pensar si podemos cumplir todas nuestras fantasías. Freud decía que para vivir en sociedad las personas debían resignar parte de sus deseos (¿fantasías?) Y que esto generaba un costo psíquico que se traducía en la producción de síntomas.


Otra de sus especialidades y en la que es ,indudablemente, un referente es el tema VIH. Participo como disertante en la mesa de prevención del V Congreso Argentino de Sida (Mendoza). Investigador para la UBA sobre Epidemiología de la infección de HIV; Reflexiones acerca de la anesticia en pacientes adictos VIH positivos (28 Congreso Argentino de Anestesiologia); La lectura del síntoma y el síntoma de la lectura (Primer Encuentro de la Teoría Queer); Estudio de Practicas Sexuales y Conciencia de riesgo de infecciones de VIH-Sida (IV Jornadas Nacionales de Debate Interdisciplinario en Salud y Población, etc.

Hoy el Sida es considerado una endemia o una pandemia ?

La aparición del VIH tuvo un primer momento epidémico, hablo de la Argentina, con una alta prevalencia en ciertas poblaciones, pero luego –los seres humanos nos adaptamos a todo- el virus fue perdiendo fuerza y hoy podríamos hablar de endemia.





Qué papel juega el estado en políticas de prevención, contención y ayuda a las personas que viven con el VIH y las que no?

En la Argentina se aprobó una ley nacional del Sida que garantiza la atención gratuita así como la provisión por parte del estado de la medicación y análisis pertinentes. Desgraciadamente... se cumple como todo acá y a veces hay faltantes de medicación –el tratamiento, hoy, requiere no menos de tres drogas antirretrovirales, el llamado cocktail- que generan stress en las personas infectadas y, en algunos casos, ponen en peligro su vida.
Lo que no hay es una política de prevención articulada a nivel nacional ya que, en general, las personas encargadas de dirigir el programa nacional de Sida se dedican a ser administradores con poca visión prospectiva... las pocas campañas que hubo o hay suelen incurrir en los esencialismos hablándoles a todo el mundo que es la mejor forma de llegar a nadie: LAS mujeres, LOS homosexuales, LOS usuarios de drogas, LOS adolescentes. Significativamente nadie se dirige a los varones heterosexuales siendo que la transmisión heterosexual es la más alta actualmente con el 40 %.
La discriminación y homofobia por parte del personal de salud sigue siendo importante, sobre todo en el interior donde hay lugares aún que carecen de una política articulada de prevención, entendiendo esta tanto para los seronegativos como para los seropositivos. Por otro lado hay municipios que trabajan con mucha más eficiencia y compromiso que el propio estado nacional, claro que, en general, esto suele deberse a la aparición de personas comprometidas y raramente a una decisión política.

Crees que hay mayor conciencia social con respecto a este tema ? La gente se cuida mas o se asume como un riesgo del tipo " a mi no me va a pasar"?.

La gente tiene la información básica sobre prevención pero el tema es en qué forma esa información es tramitada. Por otra parte nuestras campañas son de neto corte higinienista ingenuo: la información es para todos y llega a todos por igual ergo si alguien no se cuida es culpable de ello, pero... ¿somos todos iguales? Las personas que en este momento se mueren de hambre están preocupadas por sobrevivir y no por usar forros... La información está dirigida en general partiendo de un sujeto ideal que la recibe, la tramita y la aplica o no según su deseo.
Por otra parte, la prevención se mete en un espacio muy controversial como es la sexualidad y los mitos que giran alrededor de ella: las parejas monógamas, la fidelidad, las buenas mujeres vs las malas, la posiblidad de que una mujer le plantee al marido que quiere usar forro porque ella sospecha la infidelidad de él suena a ciencia ficción porque en nuestra sociedad eso no sucede y si pasa todos miran para otro lado.
Los programas de reducción de daños en el caso de los usuarios de drogas (dar jeringas, etc.) son muy localizados y dependen de ONGs que muchas veces carecen de recursos económicos para sostener estructuras eficientes.

Los adolescentes pueden convertirse en un factor de riesgo?

Decir que los adolescentes son un factor de riesgo... es como decir que los adolescentes transmiten el Sida como si fueran vinchucas... pero esto sirve para aclarar que ya no se habla de grupos de riesgo (de riesgo para los otros) sino de grupos en mayor riesgo (las mujeres, los adolescentes, los homos), a pesar de que todos somos grupos en riesgo, nadie esta exento.

Indudablemente la generación del 70 y 80 fueron (y son) los que mayores riesgos corrieron con respecto al HIV , como viven su presente?

Como vivimos todos: se hace lo que se puede, pero si llegaron en pie hasta ahora... tienen más esperanzas que muchos ya que pudieron sostenerse contra el estigma, la falta de tratamientos, el stress y la propia medicación que a veces causa mucho malestar.

Que características de base tiene una persona sero-positiva: funciona a partir del resentimiento o positiviza su relación y se convierte en alguien multiplicador de buenas conductas al respecto?

El VIH no muta a una persona haciéndola diferente de quien esa persona era antes de infectarse. El VIH instaura una marca en esa persona y lo que hará a partir de esa marca depende de la capacidad que tenga para sobrellevarla y eso tiene que ver con su vida anterior: para un depresivo implicara el motivo esencial donde enrollar su depresión, para otros, en cambio, significa un punto de inflexión que les permite rehacer su vida a partir del auto-cuidado. Cuidado que no tiene que ver con tomar pastillas o conocer su carga viral sino más bien el sentido en que los griegos hablaban de la epimeleia. Traté y trato a muchas personas que viven con el VIH ¿resentimiento? Culpa y vergüenza más bien, en general inculcada por nuestra alegre sociedad incapaz de hacerse cargo de nada y... ¿culpa? ¿de qué? Uno no va por la vida diciendo hoy voy a hacer todo lo posible para infectarme con el VIH, simplemente sucede. Es la sociedad, por ignorancia o miedo, la que estigmatiza a las personas que viven con el VIH.
En mi experiencia si la persona que vive con el VIH tiene la capacidad para enfrentar problemas suele tener una vida igual al resto de las personas que sobrellevan un trastorno crónico e incluso mejor que muchas que no están infectadas.

Estamos cerca de la cura?
No

El mundo acaba con una explosión o un gemido?

Obviamente con un gemido y esperemos que sea de placer...