lunes, abril 18, 2005

LOS CORTESANOS DEL PENE

Ricardo Zanfardini
Ricardo Duranti

La prostitución conocida desde siempre como uno de los oficios más antiguos de la humanidad, ha sido asociada a las mujeres. Investigaciones, sobre todo sociales, han tratado a través de los años de desentrañar esta ocupación mientras son infinitas las narrativas y producciones fílmicas en que las mujeres son las únicas que pueden prostituirse ¿Y los hombres? ¿los varones no se prostituyen? Parece ser muy poco lo que se conoce sobre el trabajo sexual masculino.
Esa maldita costilla

No existen muchos trabajos de campo acerca de los trabajadores del sexo (taxi boys, call boys, hustlers, escorts, etc.).

Existen múltiples tabúes para preservar el imaginario que gira alrededor de las concepciones culturales de la masculinidad donde los hombres no son supuestos como objetos de codicia sexual sino como dinámicos agentes de la misma, serían activos proveedores de sexo más que como receptores pasivos.
El cuerpo del hombre no es objeto de intercambio.

La confrontación con estos tabúes por parte de los investigadores se enfrentan a tabúes similares propios del colectivo conformado por los trabajadores sexuales, y decimos colectivo ya que es una población que podría caracterizarse en diferentes subgrupos y sin conciencia de pertenencia a ellos sino más bien lo contrario.

Podemos pensarlos en una primera caracterización como:
TS que se reconocen como homosexuales
TS que no se reconocen como tales sino como heterosexuales
TS bisexuales

Pero también podríamos decir que en relación a sus clientes habría:
TS con clientela conformada exclusivamente por varones homosexuales y bisexuales.
TS con clientela conformada predominantemente por varones homosexuales y bisexuales con esporádica clientela femenina.
TS con clientela conformada esporádicamente por varones homosexuales y bisexuales con predominancia de mujeres heterosexuales y bisexuales.
TS con clientela conformada exclusivamente por mujeres heterosexuales y bisexuales.

Introduceme

Prostitución deriva de prostituir que tiene su origen en el latín PROSTITUERE, una palabra compuesta por PRO (delante) y STATUERE (exponer). Primera aproximación, ¿adelantar el cuerpo, exponiéndolo? El cuerpo propio, el ajeno?.
¿Puede entenderse la prostitución solo como una práctica realizada con fines de lucro o mediante el pago de un precio? O también como el comercio del cuerpo, el negocio de la carne, la introducción a un deseo.
Si bien tendemos a pensar la prostitución como una unidad de sentido, no es lo mismo pensarla para los heterosexuales que para los homosexuales.
¿todo intercambio de cuerpos, sexo y dinero es prostitución? ¿no se pondrán en juego otros deseos? Y no solo por parte de la clientela… ¿no quedará chica la idea limitada de la prostitución para nombrar todos estos intercambios?
Los factores que inciden en el ejercicio de la prostitución son complejos y pueden concebirse desde lo psicológico, social y económico.
Psicológicamente la prostitución puede ser tomada como una forma ficticia de revalorizarse como hombre, es decir constituirse en un macho cogedor, en el penetrador, el que tiene el poder de entrar, penetrar al otro cuerpo y ser valorizado desde una retribución económica ¿Un trabajador sexual estaría siempre en la búsqueda de ser reconocido por sus clientes? ¿Ser un trabajador sexual es una constante puesta en juego de la masculinidad?
Desde lo socioeconómico siempre se nos muestra una ruptura donde se manifiesta abiertamente que la prostitución puede ser una forma más de subsistencia del hombre ante la pobreza. La franja mayoritaria de los hombres que practican el oficio mas antiguo del mundo comprende de los 16 a los 30 años y generalmente provienen de hogares carenciados y tienen sobre sus espaldas no solo maltratos físicos sino psíquicos. En menor medida que entre las mujeres, estos jóvenes son obligados a trabajar por terceros lo que los hace entrar en el rango de esclavos ajenos en sus propios cuerpos. Esta caracterización se da comúnmente en los jóvenes que trabajan en la calle.
El circuito de trabajadores sexuales estuvo tradicionalmente delimitado geográficamente por la zona comprendida entre las avenidas Santa Fe y Córdoba y las calles Anchorena a Rodríguez Peña. Recorre aún hoy ese circuito pasadas las 23 horas es entrar a un lugar donde todo puede estar permitido. El pago por sexo se inicia en los $ 10 y puede llegar a los $100. El publico “comprador” son hombres mayores de 40 años, que casi en su totalidad se mueven en automóviles.
Sin embargo, crisis mediante, la realidad hoy es diferente. Se pueden encontrar trabajadores sexuales en cualquier lado y en cualquier horario. También encontramos que hombres de más de treinta años ingresaron a este mercado ante la imposibilidad de encontrar trabajo. La oferta se diversificó y si bien tradicionalmente los taxi boys eran pensados cumpliendo un rol activo, de penetradores, hoy hay muchos que se ofertan como versátiles o, directamente, cumpliendo rol de pasivos, penetrados.
Si bien detrás de cada trabajador sexual podemos encontrar una historia que va desde el maltrato familiar hasta el abuso de drogas, no todos comienzan así. Hay chicos que al hacer su coming out familiar son echados de la casa y encuentran en el trabajo sexual una forma fácil de supervivencia.
También hay otras motivaciones como la permanente búsqueda de fantasías hacia el mero encuentro del placer y donde juega un rol ¿determinante? el dinero.
L., de 20 años que aparenta menos, estudia actualmente derecho y un día saliendo de la facultad conoce a alguien en un bar de Recoleta, en un típico levante mañanero. Van a su casa donde tienen sexo. Al terminar y cuando L. se está yendo, su partenaire le “regala” cien pesos y el pedido de volver a verse. L. hace casi un año que es un trabajador sexual, más por deseo que por necesidad
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¿Soy un Vip ?

¿La importancia de ser en este oficio esta dada según a quien o donde atienden? Por sus imponentes cuerpos pasaron políticos, artistas, periodistas, escritores empresarios y personajes que no imaginaríamos nunca. Son los chicos que trabajan en agencias de acompañantes o solos en sus departamentos. Sus tarifas se inician donde terminan la de los otros. La hora de servicio de ellos cotiza en no menos de $ 100 para el mercado nacional pero si el cliente es un turista los pesos se transforman en dólares. También obtienen grandes diferencias cuando el cliente los solicita para que funcionen como acompañantes en su estadía en el país independientemente del acto sexual. Estos trabajadores van a los domicilios particulares, los hoteles de lujo o bien atienden en sus departamentos privados.
Aquellos queridos edictos
Aunque en la mayoría de las legislaciones, el trabajo sexual no es considerado un delito –mientras al mismo tiempo se preparan constantes reglamentaciones para erradicarlo-, algunas de sus actividades, como el sexo o el levante en la vía pública reciben sanciones legales. Como sucedía en nuestro país con el edicto policial sobre Escándalo en la vía pública en sus incisos “e) Los que se exhibieren en comercios, plazas, u otros lugares de esparcimientos publico, con vestimentas indecorosas o se despojaren en los mismos sitios, de ropas de vestir, exigibles a la cultura social; f) Los que se exhibieren en la vía publica o lugares públicos disfrazados con ropas de sexo contrario; h) Las personas de uno u otro sexo que públicamente incitaren o se ofrecieren al acto carnal”. (19 de abril de 1949). Todas aquellas personas que encuadraban en estos incisos eran encarceladas (para decirlo de una forma sutil).
Estos edictos fueron la peste no solo para los trabajadores sexuales sino también para las mujeres y travestis que ejercían el oficio. Mas tarde reemplazados por las contravenciones mantuvieron desde el encubrimiento las mismas formas.
En algunos países, sobre todo Sur y Centro Americanos se crearon figuras delictivas para ejercer estas persecuciones tales como corrupción de menores, lenocinio y contagio de enfermedades venéreas.
Servicio de Delivery
En la actualidad podemos distinguir niveles o tipologías de este oficio. Por un lado tenemos lo que podemos definir como trabajadores sexuales de alto nivel que trabajan en ámbitos exclusivos o aparecen bajo el disfraz de otras actividades, trabajos o profesiones (artistas, modelos, etc); el trabajo sexual medio es aquel que se ejerce generalmente en grupos coordinados por una persona con mayor experiencia que los chicos y también es ejercida en departamentos privados, saunas u disfrazados como masajes con relax. Por otro lado también existe un trabajo sexual que centra su actividad en boliches y pubs. Por último lo que puede llegar a parecerse a la idea más clásica de prostitución es aquella que se ejerce en la calle, incluyendo estaciones y baños públicos.
Cada una de estas diferenciaciones sirve, por supuesto, a clases sociales determinadas y a su vez cada una se diferencia de la otra en el trato al cliente, las condiciones de higiene y el precio establecido por los trabajadores a cambio de sus servicios.

La casa de té de la luna de agosto

Un apartado especial son las agencias de escorts que pueden ser consideradas verdaderas y lucrativas pymes.
Al consultar agencias de acompañantes todas coinciden en que el trabajo sexual masculino es un negocio que, a nivel general, crece a pasos agigantados en nuestro país, sobre todo en Capital Federal.
Uno de los factores claves de esto es el auge del turismo en contraposición a la grave crisis socioeconómica que atraviesa nuestro país, es decir tanto los que gerencian los lugares como los propios trabajadores sexuales ven en esto una pronta y lucrativa salida laboral. El perfil de los clientes de las agencias se segmenta en hombres de 30 a 50 años, casados y solteros, profesionales de nivel socioeconómico alto.
Estas agencias exigen que el perfil de trabajador sexual se encuadre dentro de los 21 a 26 años , estén muy bien físicamente, sean en lo posible musculosos pero armónicos, que la cara este en concordancia con el cuerpo y tengan muy buena dotación. También es importante que puedan establecer un vínculo con el cliente más allá del sexo. No son pocas las agencias que se jactan de tener chicos universitarios y que hablan inglés.
Si hablamos de preferencias sexuales los clientes están interesados en que los chicos puedan cumplir diferentes roles, aunque casi siempre solicitan activos por la asociación entre este rol y una mayor masculinidad.
La irrupción de diferentes prácticas es cada vez más común. Los clientes piden que los servicios incluyan SM, lluvias de todo tipo, escenas de dominación, humillación e insultos. Otra cosa frecuente es el interés de los clientes por sentirse usados incitando a “sus chicos” a pedirles regalos.
Al publicar un aviso pidiendo trabajadores sexuales en general se presentan entre treinta y cuarenta personas donde la mayoría suelen ser desocupados o con reales necesidades económicas, pero también están los que buscan hacer realidad sus fantasías y un porcentaje menor que lo hace solo por placer.
Los dueños de agencias coinciden en decir que este es un trabajo que no les insume mucho tiempo ni energías; solo la administración del sitio web (para aquellos que lo tienen), publicidad y la atención telefónica. Además, aseguran, es compatible con cualquier otra cosa que deseen hacer en lo que coinciden muchos de los mismos escorts de los cuales no pocos son estudiantes o sostienen otro trabajo.


Vip

Ramiro tiene en los ojos el manto de una nostalgia que me hace retroceder a sus edades tempranas, a un tiempo que imagino que, en él, ya no es tiempo sino apuro. Rapidez para cambiar algo que dice no poder cambiar. Su cara no puede disfrazar la inocencia, sus palabras logran evadirla.
Cualquiera diría que es un chico como otros; universitario, pibe de barrio, hasta puedo imaginarlo como un joven profesional que se tomo la tarde de un soleado sábado para compartir una charla de amigos.
Cuando cruzamos Plaza Francia dirigiéndonos a la Biela noté como la gente (sobre todo las mujeres) lo miraban con cierta lascividad. El no prestaba atención alguna, parecía deslizarse seguro dentro de un esculpido envase de 1.85 mts , su cabello castaño claro prolijamente cortado y esos ojos grisáceos que hacían de su dibujada cara una postal inmaculada.

Cómo te inicias en esto?

A los 20 años. Tenia que ir a esperar a un amigo a la salida del hotel donde trabajaba. Como tardaba, entre a la recepción a buscarlo y lo vi desesperado buscando un chico para un cliente del hotel. Le había mostrado al cliente el book del hotel y ninguno le gustaba. Al rato de esperarlo en el lobby me pregunta si yo me animaría y le dije que no, incluso me enoje con él. Pero no tarde en imaginarme una situación que nunca había vivido: el de sentirme por un rato dueño del placer ajeno. Le dije que si. Me acuerdo que era en el quinto piso; mientras iba en el ascensor me pasaron por la cabeza mil cosas entre ellas mi familia, mi pueblo; yo no soy de buenos aires, y que se yo... no sabia con que me iba a enfrentar.
Estuve tres horas con ese hombre (muy conocido por cierto) salí del hotel con dos mil quinientos dólares y echo una mierda humana. Lo primero que sentí fue asco pero acá me ves, siguiendo igual.

Cuánto hace de esto?

Diez años, si, mas o menos.

Trabajas en alguna agencia ?.

No. Una sola vez me anote en un privado, una experiencia de pocos días y fue un desastre generalmente esta manejado por gente muy baja que nos desvalorizan permanentemente. Siempre trabaje solo, me manejo en los hoteles o en mi departamento y a veces hago domicilios con clientes que tengo hace muchos años.

Cuánto ganas?

No me gusta hablar de plata, pero gano bien. Vivo de esto. Una vez al año me regalo un viaje. Este año estuve en África y el año que viene tengo planeado Medio Oriente. Hace tiempo que no trabajo los fines de semana. En estos diez años logre comprarme el departamento que no es gran cosa pero es mi lugar.

Háblame de tus clientes, sus preferencias, a que se dedican ?

En la mayoría de los casos son hombres de dinero, dueños de empresas y algunos que pertenecen a familias tradicionales de Buenos Aires. Pero yo no pregunto mucho y si me cuentan no cuento sobre sus vidas personales. Te puedo decir que casi todos son mayores de 40 años, salvo algunas raras excepciones de chicos de mi edad o menos años pero que son de paso (turistas generalmente o pendejos que quieren tener una relación con otro tipo) y en cuanto a las preferencias fuera de la violencia, el no uso de profilácticos y las drogas hay de todo. Cuando me llaman piden en general a un activo que tenga medidas ... generosas, bueno pene grande y muchas veces ni siquiera tenemos sexo, solo masturbación o charlas de cualquier cosa.

Qué sentís cuando terminas de “atender” un cliente ?

Ahora absolutamente nada. Antes asco, no por el cliente sino por mi.

Te involucraste sentimentalmente con alguno ?

Una vez sola, al comienzo ,lo que duro , poco, fue copado pero por supuesto no soporto mi trabajo. Ahora estoy saliendo con un chico que no sabe nada y se me hace insoportable ocultárselo , no se, supongo que lo tengo que resolver pronto.

Hasta cuando pensas seguir trabajando de esto ?.

Por mi edad me queda poco tiempo, pensa que la demanda de chicos , normalmente es de 20 a 28 años , yo ya me excedí un poco. Tengo pensado abrir mi propia agencia. A veces creo que cuando entras en este negocio no hay forma de salir y lo prolongas como sea.

Antes de despedirnos, luego de un dialogo de horas, Ramiro me contó que habla ingles, francés, portugués y esta estudiando alemán, que le gustaría estudiar psicología y como Manuel Banderas en las Cosas del Querer amar solo amo una vez.
Me despidió con un beso, yo me quede observando como se dirigían hacia él las miradas de otros hombres y mujeres, Ramiro caminaba sin darse cuenta o si. Cuantas cosas me dijo en sus silencios y cuantas otras oculto en las palabras. Detrás de él se me cruzo el poema que leí alguna vez :” pájaro crucificado en sus alas / este no poder decirme / callado en mis palabras / esta sed de volcarme todo / frente a nadie.