jueves, abril 21, 2005

IRREVERSIBLEMENTE ESCRITO

Por Ricardo Zanfardini

No voy a escribir un poema; eso seria violar la sabiduría del olvido.
No voy a descubrir palabras; revelaría en ellas mi mayor herida.
No voy a dibujar letras para demostrar los signos de mi pasión por lo posible.
Me amputo la voz
Y me otorgo un silencio.

1

Me duele este dolor de no saberme
Esta llama consumida por si misma.
Me duele ser hoguera
Alimento del extinto fuego.

2

No se de mas ausencias que mi cuerpo;
Un exilio que de mí
Fue cayendo y callando y cayendo.
Nada en el lugar del hallazgo
Nadie que me encuentre.
Solo;
Un espejo devuelto en piel.

3.
Nada mas que silencio
Nada.
Solo el tiempo como cristal
De ayer
De risa
De noches.
Solo el tiempo como cristal
Añicos decorosos
Ajados reflejos
Y nada.
Nada.

4

De nada
Preguntarme todo
Desear saberme
Saberme al contestarme.
Sigo siendo un exilio
Algún dolor
Orillando las dudas.



Lineal del miedo.

Cuando se vuelve destino
Lo que se besa
Se abraza;
Me consiento y me reniego
Me busco callar y me apropio;
de letras
palabras que me fecundan
me escapan
me dan un nombre que no nombro
y es ser nadie
y clausurarme.

Estar

1

Un lugar donde resida la promesa
Donde se revista la duda
Se consienta el sentido
Se nombre el vacío
Se calle
Un lugar.

2

El decirme:
Yo
Y caer
Reconocido.

3

Este instante
Si voz y la mía
Enmudecidas de silencios.

Irrepetible silicio
Solo transparencias
Luz,
Extenuación
Deseos de perpetuidad.

4

Y la hondura
O el misterio de mis ojos
Callados,
Dolientes,
Ardidos de ver lo que no se ve

Atónitos y perplejos
Visualizan el olvido.

5

Cerré los ojos;
Todo era gratuidad.
Calle la voz
Todo era ruido.
Borre mi memoria
Lastimosa
Absurda
Y me sentí vivo.