jueves, octubre 06, 2005

ARTURO CARRERA


Nació en Coronel Pringles y es considerado uno de las voces máximas de la poesía hispanoamericana actual. Con más de veinte títulos de poesía, obras en traducción y ensayos, Arturo es un digno exponente de la literatura argentina.

¿Cuando empezas a escribir o bajo que circunstancias?

Siempre fue única la circunstancia de escribir; empiezo a hacerlo cuando muere mi madre y mi padre, es decir como que hay una experiencia traumática. En ese momento empiezan una serie de circunstancias que me unen a eso, quizás sea la escritura. Hay una anécdota familiar que me cuentan siempre; al poco tiempo de morir mi madre, a mis tres años, le escribo una carta un día de lluvia en el contrafondo del cajón de la maquina de coser de ella y le digo que le escribo para que no este mal porque esta lloviendo. Otra circunstancia más fuerte es que yo quemo ese cajoncito porque digo que con ese humo quiero conectarme. La idea es que mi madre esta en el cielo como cuando te decían de chico y la conexión que yo establezco con ella a partir del humo, (como los indiecitos me decía un amigo periodista). Creo que estas cosas tuvieron una fuerza inaudita en mí.
A estos hechos le puedo sumar la potencia que tiene para mí el dialecto que se hablaba entre mis abuelos (inmigrantes sicilianos). Lo que yo aprendo en primera instancia es su dialecto, hablo en dialecto y este esta ligado profundamente a la escritura de la poesía.
El uso dialectal de la lengua es como un uso recortado de esa lengua, es como un habla especial, que para mi fue simbolizado luego por medio de la poesía.



Ese bien que en las palabras/era su deseo, su ausencia./No dejarlo escapar./Entreabrir para mí y para ti/Lo que en la palabra reclama/el ungüento de un beso/y nada;/bastón, locura/ruido de cascabeles/y el abrazo para conocer el agua rápida/donde se borra el recuerdo.


¿Quiebre e inclinación por la poesía?

Si, la idea de ausencia y presencia, como las distintas pérdidas, también son una representación de la presencia y la ausencia y ahí es interesante ver como los poetas pueden representar esa ausencia. La teoría de la representación podríamos decir que existe cuando uno quiere representar la ausencia; algo que se nos entrega y algo que fluye, que se nos escapa.
Quizás el poema sea como sostener la presencia en la mano y esa presencia se nos escapa y algo de ella queda y algo se va. El poema es ese juego misterioso entre algo que esta y no esta.


¿Qué recuerdos de la infancia habitan en sus poesías?

Es esencial esto, pero todo esta mediatizado por la idea psicoanalítica que todos son recuerdos encubridores.
Pueden aparecer en mis textos muchos recuerdos encubridores, aparece mucho la idea de la infancia mitificada, en el sentido que le dio Cesar Pavese; a mi juicio uno de los que mas investigo en torno a la infancia el tema del mito, cuando él habla de las cosas que suceden de una vez y para siempre, esa cosa como única y rotunda de la infancia.
Hay como una fetichisación de esos momentos de la infancia; cuando por ejemplo entro en contacto con las pinturas de mi madre (pintora Naif), los pomos de óleo, el olor a la trementina, la caja de útiles, el caballete. Los cartuchos de pólvora de mi abuelo que era cazador y el momento que yo empiezo a leer y escribir en la escuela.
Todos estos momentos muy ligados al peronismo de la última época, cuando en los libros aparece la imagen de Evita, de Perón.
Yo a estos elementos los alegorice como moneda, elementos de cambio, que aparecen en mi libro Potlatch. Aquí utilizo la lectura como una cosa que se vuelve apenas diferente por algo que uno introduce en ella, una variación de una palabra, pero como que esas lecturas fueron elementos de cambio.



Primero el casco./Encerrar tu cráneo en el mas puro deseo./Subir a la moto./Aferrarte al viento./Y con los brazos apretar contra el pecho la espalda/que hasta ayer le sonreía al olvido.



¿Cuáles son sus poetas preferidos?

En mi primera juventud fueron Oliverio Girando y Cesar Vallejos. Pero en Coronel Pringues, a partir de mi vinculo con Cesar Aira, nos introducimos en la lectura de un amigo entrerriano de José Triano; Juan Laurentino Ortiz que es el poeta que más me conmueve.
Con Triano, un pintor discípulo de Pettoruti, se produce algo próximo a la felicidad, en contraposición a aquella primer experiencia, y esto me lleva a pintar en su taller. Con lo que pinto hago una primera exposición muy estimulado por Triano y más tarde con Aira hacemos una muestra de poemas ilustrados que son abstracciones y esto para mi es muy importante.



Y acaso no te sentia yo/Como pais de seda donde ardia/El dolor de una risa lejana/En un velado y colosal paladar?


¿Qué lee?

Soy muy voraz, leo muchísimas cosas, me gustan muchísimas las revistas de ciencias.
La realidad que pasa por al lado, para los poetas es un tesoro, es algo que redunda en la frase del poeta Humberto Saba “los poetas tenemos los días contados como el resto de los hombres pero que variados se nos hacen”, quizás parece demasiado vanidoso o irónico pero realmente la variedad consiste en esas lecturas nuevas, en cualquier papelito que pueda caer y aparecer como una especie de cartomancia o ciencia de adivinar lo que pasa en función de una palabra escrita en un papelito.


¿Qué libro tuyo recomendarías leer?

Estoy enamorado de Potlatch, un libro que de alguna manera representa todo esto que estamos hablando; el tema de la entrega sacrificial que se hace por medio de la escritura. Lo que se destaca es cuando yo hablo de la infancia o de la escritura infantil. no es que ahí yo hable como un bebe; muchas veces se confunde el habla del infante con el habla del poeta y eso me parece algo medio poético. Me parece interesante que lo que se evalué sea lo estructural de la infancia, la infancia como material de una fabricación o de la puesta en marcha de un procedimiento poético.


(
con miedo)/¿Cuánto hace que no alcanzamos/a mojar con la lengua la estampilla del miedo,/el timbre ronco de una cara dormida?


Traductor de la obra poetica de Yves Bonnefoy y tambien textos de Mallarme, Michaux, Haroldo de Campos, Maurice Roche y Pasolini.

¿Qué cosas se permite como poeta?

La licencia de sufrir, creo que es muy intenso el trabajo cuando estoy haciendo un libro, sobretodo cuando lo estoy terminando; la manera que tengo de pensar la estructura general de un libro que a veces trato de darles de manera infructuosa a los chicos que vean en mis talleres, la manera de integrar todo ese habla poética al habla del libro.

En NOCHE Y DIA (Losada) su próximo libro, Arturo Carrera muestra como la forma trabaja sobre su inspiración la que estuvo sometida a una gran presión que fue como pensar la idea de Carpe Diem desde un punto de vista estructural, como pensar el Carpe Diem de Horacio, de otros poetas o narradores de la historia de la literatura y como adaptarlas a la escritura de un libro de poemas en un periodo de tiempo determinado.

Si bastara un momento;/¿ qué seria lo espontáneo?/Ese golpe contra el miedo,/Esa medida contra la alegría./¿ y el goce,/lo atraparías?


¿Cómo crees que ha evolucionado su poesía?

Lo que siento es que hice un gran ejercicio de escritura, no sé si hay una evolución pero quizás sea cierto que uno no es un verdadero poeta si realmente no trabaja con el lenguaje hasta que se muere y que eso produce mutaciones, cambios: esa insistencia del trabajo con el lenguaje.
Si no se trabaja hasta el último suspiro con el lenguaje no hay poesía.



Una figurita cambia otra, y la necesidad de contar/se vuelve para ella la alegoría del tiempo.



Entre las obras de Arturo se destacan: escrito con un Nictografo, Arturo y Yo, La banda oscura de Alejandro, El Vespertillo de la Parcas y Carpe Diem (este ultimo editado en México).
El diario EL PAIS (España) considero su libro TRATADO DE LAS SENSACIONES en el año 2002 como el mejor libro de poesía del año.

¿Qué significa para usted Coronel Pringles, su pueblo?

Pringles se ha transformado en una especie de mito porque de alguna manera Cesar Aira lo logro con su aparato ficcional.
Yo con mi voluntad de diagramatizar posiblemente en ese pequeño mapa que es un cuadro dividido en ínfimos cuadros y realmente aparece mucho Pringles en mi libro EL COCO; el comienzo de un hablar sobre mi pueblo.


El lejano certero placer /Que en la memoria destruido/ Cabe. /¿ en eso consistiría/un amor?


Infinidad de premios nacionales e internacionales siguen destacando la trayectoria de nuestro poeta que además, ha sido traducido a diversas lenguas.